Otoño

Las hojas caen inevitablemente y otras esperan el momento de desprenderse como si de un fruto maduro se tratara.

Caen, hermosas, vistiendo mis pasos de amarillo limón y rojo pasión.

Bailan alrededor de mis pies, forran mis zapatos y algunas se mantienen sobre ellos mientras otras no alcanzan a tocarlos.

Sonidos majestuosos de secos mantos de atardeceres crispados de un brillo y verdor que solo un buen gallego puede observar, matiz tras matiz, enmascarando el suelo que poco a poco se va cubriendo con acolchados colores de fríos amaneceres y húmedas noches .

Aromas que destapan el más bello embrujo de amor descubriendo fascinados la sorpresa de un nuevo reencuentro con la Madre Tierra, que se viste de un tupido velo coloreados de hojas y flores de Otoño.

Caen las bellotas druidas de los robles encharcados de vida, buscando atropellar el paisaje para ser vistos y experimentar su lenta decadencia natural donde perderán su forma para fundirse con la tierra y convertirse en otra forma de existencia.

La humedad de los bosques en otoño!!!

Maravillosa manifestación de un tiempo donde detenerse a reflexionar sobre el verano que ya quedó atrás; para desprenderse de lo que ya no es necesario, de todo lo que debe ser olvidado y transmutado, de toda experiencia y tóxica emoción.

Velar por los momentos de recogimiento y paciencia que sólo el calor de una chimenea puede otorgar; ese cálido momento, donde acunar nuestros pensamientos para cultivar en su lugar dichosos encuentros bajo un manto de estrellas , abrigados en mantas de lana ; calentar un chocolate a fuego lento y disfrutar de ese calor dulce donde no cabe amargor; dar la bienvenida al templo que es uno mismo, reencontrarse con lo cercano y real, recapacitar y soltar, variar de criterio y abrir la puerta a dudar si existir o desvanecerse a dormitar; meditar frente a una vela y notar el palpitar de una nueva etapa que inevitablemente vendrá.

El abrigo me acalora y la camiseta no me llega a confortar, la búsqueda del equilibrio sin saber si el Sol saldrá o las nubes llegarán a llorar, expuestxs al devenir sin saber que día nos hará y si el paraguas llegará seco o mojado de vuelta al hogar.

Bienvenido el Otoño, su magia, y su natural forma de mostrar la entrañas de los bosques cuando se desnudan sin cesar, cayendo frágiles y plumíferas sus hojas que cada día mi camino van a adornar, hermosa estampa que de nuevo en mi cuaderno voy a volver a dibujar.

Gracias, Gracias, Gracias